No dormía, ni estaba despierto, no estaba fuera del cuarto, ni dentro.
Solo sé que ardía sobre mi boca la fiebre de las palabras que te maltrataron.
Mi cara, como oasis, se ahogaba contigo en tu dolor. Aun oía pisadas en los pasillos, y por el comedor...
.... se iba furioso, mi otro yo ...
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